Desde los años 80, esta carnicería ha sido un referente en la elaboración de embutidos tradicionales, siguiendo las recetas de la abuela Tomasa. Con el paso del tiempo, la esencia de su trabajo no ha cambiado: ingredientes de calidad, métodos artesanales y un compromiso inquebrantable con el buen hacer.
Ahora, en manos de sus herederos, la tradición sigue viva. Cada pieza de embutido y cada corte de carne reflejan décadas de experiencia y pasión por el oficio. En sus vitrinas encontrarás una selección exquisita de productos elaborados con carnes selectas y especias cuidadosamente escogidas, respetando los sabores de siempre.
Aquí, no solo encontrarás calidad, sino también el trato cercano de quienes aman su oficio. Un lugar donde cada cliente es recibido con una sonrisa y cada compra se convierte en un homenaje a la tradición cárnica de la comarca.