La Gata Negra, la casa-cueva de Rafa Moya, escultor notable del pueblo, es una obra de arte habitable que refleja su espiritú creativo e inagotable inspiración. Sus estancias albergan muestras de su gran imaginación, talento artístico, carácter y personalidad en un espacio que antiguamente fue la vivienda familiar y ahora está preparada para encantar al visitante.
Como alojamiento, La Gata Negra ofrece una experiencia diferente, donde el encanto rústico se une al confort para crear un ambiente acogedor y especial. Su diseño singular y su atmósfera envolvente la convierten en un destino ideal para quienes buscan una estancia auténtica, llena de arte y calidez.